La razón

En un mundo en permanente reconfiguración, comprender los mecanismos que sostienen el funcionamiento de nuestra sociedad resulta esencial.

Las políticas públicas y el derecho administrativo, y dentro de este, la contratación pública, el urbanismo y el derecho ambiental, son elementos clave que, al entrelazarse, conforman el marco en el que operan instituciones, organismos y empresas, y sobre el cual se organiza el desarrollo de nuestros pueblos y ciudades

Estos aspectos no solo se muestran fundamentales para el orden y la justicia social, sino también para garantizar un futuro que se proyecte de manera racional, equitativa y responsable.

Las políticas públicas representan las estrategias que las autoridades competentes implementan para resolver los desafíos económicos, sociales y ambientales. Sin embargo, no basta con diseñarlas: es crucial que su ejecución se haga dentro de un marco legal que asegure transparencia, igualdad y eficiencia. 

Aquí es donde entra en juego el derecho administrativo, que además de regular la actuación de los poderes públicos, dirige la organización interna de las administraciones públicas, asegurando que la gestión pública se realice conforme a los principios constitucionales y legales, y garantizando que las decisiones sean tomadas de acuerdo con la ley y los derechos de los ciudadanos.

La contratación pública es otro aspecto esencial, ya que, gracias a ella, los poderes públicos ejecutan proyectos que impactan directamente en la vida de las personas, posibilitando el progreso y el avance social. Desde la construcción de infraestructuras hasta la provisión de servicios públicos esenciales, la correcta regulación de estos procesos asegura que los fondos se destinen eficientemente, evitando el fenómeno de la corrupción y fomentando la competencia efectiva entre licitadores. 

En este sentido, resulta imprescindible que las licitaciones se rijan por los principios de transparencia, publicidad, igualdad de trato y no discriminación, reforzando la integridad del sistema y la correcta asignación de los recursos públicos. Para ello debemos permanecer vigilantes, trabajando no solo en la simplificación de los procedimientos, sino también por su correcta implementación.

En el campo del urbanismo, las políticas públicas deben integrar la planificación racional de pueblos y ciudades para que resulten funcionales y respetuosos con el entorno. Este enfoque, tomando como referencia las sociedades más avanzadas, requiere una visión holística que contemple la expansión urbana de manera equilibrada, promoviendo el respeto por el medio ambiente y la inclusión social. Una de las prioridades fundamentales es la configuración de una red de transporte público, lógica y eficiente, que permita la movilidad sostenible y reduzca nuestra huella ecológica. 

Además, el derecho urbanístico, como rama del derecho administrativo, regula la planificación territorial, la utilización del suelo y las condiciones de la construcción, garantizando que se cumplan los objetivos de ordenación territorial y desarrollo armónico.

Como se ha adelantado, el derecho ambiental asume un papel protagonista en este proceso, ya que asegura que el progreso económico y las actividades humanas se alineen con la conservación de los ecosistemas, la mitigación del cambio climático y el uso responsable de los elementos naturales. Este sector abarca no solo las normas sobre la protección del medio ambiente, pues asimismo regula la gestión de residuos, la protección de los recursos hídricos, la lucha contra la contaminación y la preservación de la biodiversidad, e incluso comprende los instrumentos internacionales que abordan la lucha contra el cambio climático. Así, contribuye a la sostenibilidad de las políticas públicas y, en definitiva, al bienestar colectivo.

Por su parte, y teniendo en consideración su relevancia cada vez más significativa, resulta imprescindible abordar de modo específico el derecho migratorio, encargado de regular, entre otros aspectos, los flujos de entrada, el tránsito y la permanencia de migrantes en nuestro país, y debemos hacerlo desde una perspectiva crítica, con talante firme y exigente, en conexión con el retorno económico, la necesaria asunción de los valores y las costumbres europeos y la imprescindible cohesión social.

De esta manera, este cuaderno busca proporcionar un análisis profundo sobre cómo estos aspectos, claramente interrelacionados, permiten el avance ordenado y justo de nuestras sociedades, y de cómo su regulación efectiva puede contribuir a un futuro más justo y equilibrado.

Paralelamente, se hará un hueco a la historia, al sumergirnos en las civilizaciones de Grecia y Roma, cuyos legado y enseñanzas siguen siendo una fuente de inspiración para la sociedad contemporánea y la transformación de sus instituciones.

La filosofía, el arte, el cine de autor, la música, la escritura y la defensa de los valores europeos ocuparán, a su vez, un lugar destacado como medios idóneos para explorar la realidad actual.